Ocho puntos del Colegio Americano
de Pediatría, acerca de la Identidad de Género en Niños.

El Colegio
Americano de Pediatría (AMERICAN COLLEGE OF PEDIATRICIANS), insta a los
educadores y legisladores a rechazar todas las políticas que condicionan a los
niños a aceptar como “normal”, una vida de suplantación química y quirúrgica
del sexo opuesto.
1.-
La sexualidad es un rasgo biológico objetivo: “XY” y “XX” son
marcadores genéticos de la salud (no marcadores genéticos de un trastorno). La
norma para el diseño humano es ser concebido ya sea hombre o mujer. La
sexualidad humana es binaria por diseño,
con el obvio propósito de la reproducción y el florecimiento de nuestra
especie. Este principio es evidente por sí mismo.
Los
trastornos extremadamente raros de la diferenciación sexual (DSD) incluyendo,
pero no limitando, a la feminización testicular y la hiperplasia suprarrenal
congénita, todas son desviaciones médicamente identificables de la norma
binaria sexual y son correctamente reconocidos como trastornos o desordenes de
diseño humano. Los individuos con TDS (trastorno de diferenciación
sexual), NO CONSTITUYEN UN TERCER SEXO.
2.-
Nadie nace con un
género. Todo el mundo nace con un sexo biológico marcado. Género (toma de consciencia
en el sentido de sí mismo como hombre o mujer) es un concepto sociológico y
psicológico, no un objetivo biológico. Nadie nace consciente
de si mismo como hombre o mujer; esta forma de consciencia se
desarrolla con el tiempo y, como todos los procesos de desarrollo, puede ser
desviado por las percepciones subjetivas de un niño, las relaciones y las
experiencias adversas desde la infancia en adelante.
Las personas que
se identifican con la sensación se que “son del género opuesto” o “algún punto
intermedio”, no crean o forman una base para la transformación de un tercer
sexo, pues biológicamente siguen siendo hombre o mujer.
3.- La creencia de una persona de que él o ella es algo que
en realidad no es, es un signo de confusión de pensamiento. Cuando un niño biológicamente sano cree que es
una niña, o una niña biológicamente sana, cree que es un niño, existe un problema
psicológico, su problema está en su mente, no en su cuerpo y debe tratarse como
tal. Estos niños sufren de “Distrofia de Género”. La Distrofoa de
Género (GD), como trastorno de identidad de género (GID), es un trastorno
mental reconocido en la más
reciente
edición del manual de diagnóstico y estadístico de la Asociación Americana de
Psiquiatría (DSM-V). Las teorías de los aprendizajes psicodinámicos y sociales
de GD-GID nunca has sido desmentidas.
4.-
La Pubertad no es una enfermedad y las hormonas
bloqueadoras de la pubertad pueden ser peligrosas. Reversibles o no, las hormonas de bloqueo de la
pubertad inducen a un estado de enfermedad que inhiben el crecimiento y la
fertilidad en un niño biológicamente saludable.
5.-
De acuerdo a la DSN-V, el 98% de los niños y el 88% de las niñas confundidos o
confundidas con su género, eventualmente aceptan
su condición biológica sexual, después de que atraviesan el período
de la pubertad de manera natural.
6.-
los niños que utilizan bloqueadores de la pubertad para suplantar el sexo
opuesto, requieren también hormonas del otro sexo en la adolescencia tardía. Las hormonas sexuales cruzadas están asociadas con
riesgos peligrosos para la salud, incluyendo presión arterial alta, coágulos de
sangre, accidentes cerebrovasculares y cáncer.
7.-Las
tasas de suicidio son 20 veces más altas en los adultos que utilizan hormonas
del sexo opuesto o que se han sometido a cirugía de reasignación de sexo que
los que no utilizan estos métodos, incluso en Suecia, donde se encuentra la
mayoría de los LGBQT.
8.-
Introducir a los niños en la creencia de que es “sano y normal” una
vida de implantación química y quirúrgica del sexo opuesto es UN ABUSO INFANTIL. Haciendo suya la discordancia de género en forma
normal a través de la educación pública y las políticas legales, confunden a
niños y a padres, trayendo como consecuencia que más niños se presenten en las
“Clínicas de Género”, en las cuales se les administran medicamentos que
bloquean la pubertad, asegurando virtualmente un tratamiento de por vida de
hormonas del sexo opuesto las cuales son tóxicas y cancerígenas a la larga.
Luego también es probable que consideren la mutilación quirúrgica de su cuerpo
biológicamente sano como adultos jóvenes (negocio cada día más lucrativo para
muchos).
Autores
del artículo:
Michelle A. Crestella, M.D. Presidenta del
American College of Pediatricians.
Quentin Van Meter, M.D. Vicepresidente del American College of
Pediatricians.
Traducción: Josefina Ayala
08/07/2016